El Ayuntamiento de Estepona está realizando una campaña preventiva para controlar las plagas de insectos en el arbolado público del municipio, con acciones específicas en más de 500 ejemplares de ficus. Los operarios de la delegación municipal de Parques y Jardines están aplicando 2.250 inyecciones de insecticida en los troncos de estos árboles, utilizando el método de endoterapia que consiste en la introducción directa del producto fitosanitario en el árbol. Esta actuación busca evitar los daños que puede provocar la psila, detectando los primeros síntomas antes de que se formen secreciones algodonosas.
El sistema de tratamiento empleado utiliza dispositivos Ynject que permiten mejorar el estado fitosanitario y vegetativo de los ejemplares arbóreos de forma sencilla. Los operarios municipales aplican normalmente tres inyecciones por árbol, llegando hasta cinco unidades en los ficus de mayor tamaño. Todos los trabajadores que realizan esta labor han recibido formación específica y cuentan con el carnet de aplicador fitosanitario exigido por la legislación vigente.
Una de las principales ventajas de esta técnica es que no produce emisiones químicas al medio ambiente, ya que el producto se introduce directamente en el tronco del árbol. El tratamiento forma parte del calendario fitosanitario anual de las zonas verdes municipales, y todas las actuaciones están gestionadas y supervisadas por un asesor fitosanitario que elabora tanto la planificación anual como los documentos técnicos previos a cada intervención.
El método de endoterapia utilizado en esta campaña resulta más eficaz para combatir las plagas, al actuar de manera preventiva cuando se detectan los primeros indicios de infestación. Los trabajos se desarrollan siguiendo un protocolo establecido que garantiza la correcta aplicación de los productos y la seguridad tanto para los aplicadores como para el público que disfruta de los espacios verdes del municipio.
El tratamiento contra la psila en los ficus se suma a otras acciones preventivas realizadas por el Consistorio, como la campaña desarrollada el pasado mes de octubre contra la procesionaria en los pinos. Esta oruga representa un problema de salud pública, ya que sus pelos urticantes pueden provocar reacciones alérgicas y urticarias tanto en personas como en mascotas al entrar en contacto con la piel.
