El alcalde José María García Urbano solicitó el 19 de agosto una nueva reunión con el Ministerio de Transportes para conocer cómo van los estudios del nuevo acceso a Estepona desde la A-7. La petición busca acelerar un proyecto que el Consistorio considera clave para resolver los problemas de tráfico que sufre la ciudad.
La última reunión se celebró en noviembre con la Subdirectora General de Planificación, Rosalía Bravo, y la jefa de Carreteras de Málaga, Elena Fernández. Entonces prometieron estudiar el problema y hacer un análisis de viabilidad antes de que acabara 2024, pero desde el Ayuntamiento quieren saber qué ha pasado con ese compromiso.
El regidor mantiene la oferta de pagar parte de las obras con dinero municipal si Madrid da el visto bueno. «Volvemos a mostrar nuestra disposición a costear con fondos municipales este acceso», ha señalado García Urbano, que propone construir la nueva entrada por La Lobilla o la Cuesta de Ronda.
Los atascos en el acceso principal por Juan Carlos I se han vuelto insoportables, especialmente en los últimos meses. Las retenciones llegan hasta la propia A-7 y crean situaciones peligrosas para los conductores que circulan por la autovía. El problema viene de lejos pero se ha agravado por el boom de población que vive Estepona.
La ciudad es una de las que más ha crecido en España desde 2023, según el INE, y la infraestructura no da abasto. El único acceso principal se colapsa a diario y los vecinos sufren las consecuencias de una planificación que se ha quedado obsoleta.
El Ministerio tiene ahora la pelota en su tejado para decidir si autoriza una obra que Estepona está dispuesta a cofinanciar.
